11 Dic Autocuidados personales y de la salud
Esta semana en nuestro blog os hablamos de autocuidados personales. El lunes os planteábamos algunos ejemplos y os hablábamos de su importancia en nuestro Instagram. En el artículo de hoy vamos a ver algunos ejemplos de autocuidados y por qué son buenos para nuestra salud y mejorar la autoestima.
No aprendemos a cuidarnos
En nuestra educación escolar no suele haber hueco para la educación emocional, y mucho menos para aprender a cuidarnos y escucharnos. Los autocuidados son las distintas conductas que ponemos en marcha para querernos y dedicar tiempo a nuestro bienestar y salud. Suena sencillo pero en realidad no lo es. En cada momento de nuestra vida tenemos necesidades distintas, y esto es así también en los autocuidados.
Vivimos en una sociedad donde todo ocurre muy rápido, pasamos mucho tiempo conectados a los dispositivos electrónicos y las condiciones laborales no nos dejan mucho tiempo para parar. Estos son factores de estrés que, si se acumulan en el tiempo, pueden tener consecuencias indeseadas en nuestra salud. ¿Cómo podemos cambiar esto? Los autocuidados pueden ser una forma de mejorar la salud y el bienestar.
Los autocuidados tienen que ver con cómo pensamos
Darse un baño relajante o pararse a disfrutar un trozo de chocolate pueden ser algunas de las cosas que hagamos como autocuidados, por disfrute, para parar y experimentar el momento… pero no se termina ahí. Los autocuidados tienen mucho que ver con cómo pensamos y nos hablamos a nosotres mismes. ¿Te has parado a observar cómo te hablas ti misme cuando algo no te sale bien? ¿o cuando has sentido frustración o ira? Estas emociones son útiles pero pueden ser dañinas si las volvemos contra nosotres.
Te proponemos un ejercicio de autocuidados
Primero, siéntate y fíjate en cómo te encuentras.
Escanea tu cuerpo en busca de emociones, identifícalas y déjalas estar, aceptándolas.
Si son emociones agradables, tómate un momento para apreciarlas y estar agradecide por ellas. ¡Esto ya es parte de los autocuidados!
Si son emociones no tan agradables, no pasa nada, puedes aceptarlas, entender por qué aparecen e intentar convertirlo en algo positivo para ti. Por ejemplo, si te sientes frustrade por algo puedes decirte “esto me ha salido mal y eso me decepciona y frustra, pero estoy intentando hacerlo mejor, no significa que todo lo haga mal”. A lo mejor estás en un momento en el que sientes que la autoestima te flaquea, te proponemos plantearlo de la siguiente manera: “ahora mismo me cuesta ver mi valor, lo acepto, es comprensible, no quiere decir que no lo tenga, voy a fijarme más en las cosas que me gustan de mí”.
¿Autocuidados es ser siempre positivo?
Con esto no queremos decir que haya que combatir los pensamientos negativos con un positivismo radical, sabemos que no funciona. Sin embargo, pararse a observar cómo nos afectan las emociones y cómo nos hablamos puede ayudarnos a sentirnos mejor. Hacer de los autocuidados un hábito puede ayudarnos a pensar de otra manera y poner el foco en el crecimiento, en la posibilidad de cambiar y mejorar en vez de hablarnos mal.
En las próximas semanas hablaremos sobre cómo la forma en la que pensamos afecta a nuestras emociones. Si te encuentras en un momento donde las emociones negativas te sobrepasan y sientes malestar, quizá es momento de consultar con un psicólogo. No dudes en ponerte en contacto con nosotres a través de nuestro formulario.
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