Adolescencia: Orientaciones para padres

Adolescencia: Orientaciones para padres

La adolescencia es una etapa con muchísima confusión para los hijos, con muchísimos cambios a nivel psicológico y físico. Es como si de repente te hubieran cambiado a tu hijo y lo que te valía antes, ahora está obsoleto. 

Por eso vamos a comentar algunas recomendaciones importantes para padres a la hora de poder entender mejor a nuestros hijos. Es importante tener información sobre lo que está pasando, y así, poder entenderle mejor y establecer una relación sana con él o ella.

Con esto, no queremos generar la expectativa de que no habrá conflicto… Lo siento mamá/papá pero lo habrá; pero si sabemos cómo manejarlo, cuales son sus necesidades y procesos por los que está pasando quizás, podamos responder de una forma más adecuada para todos. 

La primera necesidad que aparece en la adolescencia es la independencia. 

Todos estos años has sido un héroe para tu hijo, imitaba tus gestos, tus gustos, tu forma de hablar o de vestir. Y de repente… ¡Zas! De un día para otro necesita ser un individuo, ser ella o él mismo.

Necesita sentir que comienza a tomar sus propias decisiones, que se vale por sí mismo y para ello necesita alejarse de ti. Si siempre habíais hecho algo de una determinada manera, ahora tu hijo o hija necesitará hacerlo de la manera contraria a cómo lo habíais hecho antes.

Necesita experimentar, crear su propia manera de moverse por el mundo y construir su propia identidad. Si estáis pasando por la adolescencia con vuestros hijos, os habréis dado cuenta de que ahora las cosas que no tenían ni la menor importancia, ahora son un «drama».

Es importante poder responder con empatía y validar sus sentimientos.

– «¡¡¡Mamá no voy a salir de casa nunca mas!!! Me ha salido un grano enorme y todo el mundo se dará cuenta. 

En esta circunstancia podríamos responder cosas como:

Anda hijo, sí sólo es un grano… Es una tontería, tampoco se nota tanto. 

O ponernos en su lugar y saber que en esta etapa el ser validado el grupo de referencia es importante, y que necesita sentirse parte del grupo. En consecuencia un simple grano puede ser todo un conflicto. Con lo que podríamos responder algo así como:

-«Vaya hijo, lo siento mucho. ¿Te puedo ayudar en algo? Igual te ayudaría que compráramos algo o buscar algún remedio. 

Este es un camino difícil para tu hijo o hija adolescente y, de la misma forma, supone un reto para los padres. Es necesario que en este camino de búsqueda de identidad del adolescente los padres tengan paciencia y puedan regular sus propios estados emocionales. 

Durante la infancia tuvimos que llenarnos de amor, comprensión y ternura para acompañar a nuestros hijos.

En esta etapa vamos a tener qué hacer el duelo de haber perdido a ese niño indefenso para poder acoger al pequeño adulto que comienza a tomar sus propias decisiones pero sigue necesitando protección y limites.  

La negociación de los limites es clave para su desarrollo. 

El acompañamiento de los hijos es una carrera de fondo, por lo tanto todo lo que hayamos regado con anterioridad será beneficioso para la siembra que estamos aportando a nuestro hijo o hija.

Como hemos ya hemos comentado en otras entradas, es importante que durante la infancia hayamos trabajado capacidades como la autonomía personal, la autoestima, la negociación de consecuencia y la identificación de emociones entre otras, nuestro recorrido como padres durante la adolescencia será más llevadero. 

  1. La negociación de los límites. 

Ya no valdrá ¡Porque yo lo digo! Y no explicar por qué has actuado como lo has hecho. 

¡Pero no desesperes! No está todo perdido. 

Es tiempo de comenzar (si no lo estabas haciendo ya) a negociar las consecuencias de sus conductas para que se haga responsable de su propio comportamiento.

Por lo tanto, será necesario llegar a acuerdos y pactos en situaciones como la hora de llegada a casa o poder ir a nuevos sitios con sus amigos. 

En esta negociación es importante que: 

  • Escuches primero (aunque no estes de acuerdo)
  • No le juzguen “eres un irresponsables si piensas que…
  • No sermonees 
  • Evita las faltas de respeto “mira que tonterías dices”
  • Y recordar que tú eres el adulto.

 

  1. Utiliza consecuencias naturales

Establecer consecuencias lógicas a su conducta hace que se hagan responsables de ella (aunque su quejen o no estén de acuerdo) y no sea un castigo. 

Ejemplos: 

  • “La ropa que se lava es la que está en el cesto de la ropa sucia. Si la dejas la habitación no se va a lavar”
  • La consecuencia es no tener la ropa limpia. 

Seguro que estás pensando que eso para un adolescente no es importante o que te contestara con frases como “ psss, pues ya me pondré otra ropa o me da lo mismo llevar la ropa sucia”

Algo que nos puede ayudar mucho es inculcarle la idea de cooperación, es decir transmitirle que sois un equipo y necesitáis cooperar juntos. 

Y decirle algo así como: “Si tú no cooperas conmigo, yo no puedo cooperar contigo. Todos tenemos responsabilidades y yo como padre cumplo con las mías y si tú no ayudas, necesito utilizar mi tiempo, mi dinero o mi tranquilidad para aquello con lo que no pudiste ayudar. 

3. Conoce los intereses de tu hijo o hija

Para poder entenderle mejor y establecer lazos de comunicación tendrás que saber qué le gusta, cuales son sus aficiones, que está de moda o cuáles son sus videojuegos favoritos. 

Pregúntale sobre aquello que le gusta. Interesarte por aquello que le llama la atención es el primer paso para que hijo o hija siga queriendo habla contigo y compartir cosas juntos. 

Sabemos que la adolescencia es una etapa complicada pero muy necesaria para su desarrollo. Si quieres saber más sobre la adolescencia o tienes una situación en la cual consideras que te podemos ayudar, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. 

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