El trauma es básicamente una respuesta emocional intensa a una experiencia que ha sido realmente dura o impactante, y que no solo nos influye durante un tiempo, sino que nos define en nuestra vida cotidiana.

El trastorno de estrés postraumático, o TEPT, ocurre cuando, después de vivir algo traumático, esas reacciones no desaparecen y afectan el día a día. Por ejemplo, la persona puede tener recuerdos intrusivos (como “flashbacks” o pesadillas) del evento, sentir una ansiedad constante o evitar cosas que le recuerden lo que pasó. Es como si el cerebro siguiera en «modo alerta» y reacciona como si el peligro siguiera ahí.
La buena noticia es que con nuestra ayuda, con psicoterapia y apoyo especializado, nuestros pacientes logran recuperarse y aprender a manejar lo que sienten.