Tienes pensamientos, imágenes o ideas que se meten en la mente sin invitación y que, aunque uno quiera, no logran quitarse fácilmente. Son como si el cerebro se quedara «enganchado» en un tema o preocupación, y por más que uno trate de no pensar en eso, la idea regresa y regresa, provocando incomodidad o ansiedad, y que en muchos casos lleva a realizar ciertos rituales o conductas.

Esto puede ser un Estado Obsesivo, Obsesiones.

Un ejemplo típico es cuando alguien se obsesiona con si dejó la puerta sin cerrar o si algo malo va a pasar. Por lo general, son pensamientos repetitivos, angustiantes, y aunque la persona se dé cuenta de que no tienen sentido o que son exagerados, le cuesta deshacerse de ellos. En resumen, para intentar reducir la ansiedad que provocan.

Eso puede ser un Estado Obsesivo-Compulsivo.